Elena Moreno Scheredre es una escritora con mayúsculas. Su recorrido en el arte de las letras significa una trayectoria donde cultiva una narrativa moderna, que incorpora la literatura realista y de sentimientos muy profundos, donde el lector mimetiza como propios los recursos de los personajes que desfilan por sus novelas.
Periodista de vocación, Elena Moreno Scheredre ha acumulado una larga trayectoria en los principales medios de comunicación. Nacida en Bilbao, estudió Ciencias de la Comunicación en Barcelona, y durante muchos años, ha dedicado su carrera a trabajar en la radio y la prensa escrita.
Cómo afronta el éxito de su tercera novela “Devuélveme la luna”, muy esperada tras el éxito de las anteriores “; “El salón de la embajada italiana y Dónde quieras que estés” ¿En qué consiste el reto de superarse con cada libro? ¿Qué es lo que más le cuesta enfrentar en cada uno de ellos?
Cada vez que empiezo una novela renazco, me entusiasmo, me desespero, pero me siento viva. Cuando escribo no soy madre, tía, hermana, periodista o zurda… soy escritora, así que no pienso en el éxito, aunque si en el acierto.
Y lo que más me cuesta es disciplinarme, no ser tan exigente con mi texto. Ahora empiezo a tener oficio y es algo más sencillo, pero escribir una novela no es fácil, aunque si apasionante.
Woody Allen siempre dice que “le costó veinte años de esfuerzo encontrar el éxito de la noche a la mañana” ¿Usted siente que tuvo un largo camino antes de publicar su primera novela?
Escribir una novela es una aventura en la que hay que reconstruir la vida de un personaje; su memoria, su aspecto físico, el escenario que pisa… La ficción es un planeta sin la tiranía del espacio o el tiempo. Yo adoro pasearme por esos planetas dónde sitúo a mis personajes…
Usted siempre hace referencia a su ciudad Getxo, en las novelas que escribe ¿Le inspira el lugar donde vive?
Bueno, hablo de esos planetas… La tierra que pisa el escritor no puede perderse de vista. Me ayuda que mis personajes vean y caminen por donde yo lo hago.
¿Tiene alguna de sus obras como favorita? ¿Alguna con la que guarda algún vínculo especial?
Cada una de mis novelas pertenecen a un momento determinado, pero en realidad son una trilogía sobre los distintos estados en los que el amor lleva a una mujer; casada, viuda, separada… Esa encrucijada en la que elegimos vivir en soledad o en compañía, fundar una familia, tener un amante amigo, o un marido y compañero leal. Con el paso del tiempo creo que es una misma novela escrita en tres.
A día de hoy compagina su carrera como periodista con la de escritora, ¿le gusta mantener el contacto con el periodismo escrito? ¿Le mantiene unida a la realidad de una redacción?
El periodismo es la realidad, la literatura la ficción. Me gusta el equilibrio. Lo necesito. El periodismo me mantiene los pies en el suelo y escribir la cabeza en las nubes.
Tengo una columna todos los viernes en El Correo así que no puedo bajar la guardia. De cualquier forma, adoro también mi tercera profesión; soy profesora en talleres literarios y encontrarme a gentes que quieren escribir es una fuente de inspiración y alegría.
Escribir es absolutamente sanador, nos abre el cerebro, nos pone en contacto todas las transmisiones neuronales… Bueno, soy muy feliz escribiendo.
¿Cuál es su rincón favorito para inspirarse? ¿Dónde encuentra las musas Elena Moreno?
Mi rincón es mi despacho. Las musas están por todas partes.
¿Qué lugar ocupa la literatura en su día a día? ¿Dedica mucho tiempo a escribir?
Si, dedico al menos cuatro horas diarias a escribir. Cuando siento que ya no soy capaz de pensar nada con fundamento, cocino, me hago un collar, dibujo…
¿Tiene algún sueño inconcluso? ¿Cuál es su siguiente reto?
Tengo miles de sueños, pero una gran voluntad para cumplirlos. Mi reto es lo que tengo entre manos; una novela que roza el misterio con secuestro y asesinato incluido, pero escrito bajo la mirada de una mujer, sin policías.
¿Cómo empiezan sus historias, nacen de un concepto trabajado?
No. No sé exactamente de donde nacen. Creo que ellas me buscan.
Si pudiera elegir hacer una entrevista a alguien que admira ¿A quién se la haría?
Creo que a Leonardo da Vinci, pero como lo tengo un poco difícil me quedo con mi adorado Joan Manuel Serrat
Hablemos de Internet, ¿son muy activas las redes sociales de Elena Moreno Scheredre?
No demasiado. Me entusiasmaron al principio, pero me di cuenta de que se llevaban mucho tiempo que necesitaba para mí. Mi alma y mi corazón son analógicos. Me gusta la verdad por fea que sea. Prefiero arriesgarme a vivir en primera persona con piel.
¿Qué relación tiene con Internet y desde cuándo? ¿Se documenta mucho en la red?
Muy buena. Es sin dudar el invento del siglo. El principio del todo. El sueño del hombre de combatir la soledad y la eterna presencia, ahora tendremos que enfrentarnos a las emociones.
Aposté muy pronto por Internet y seguiré apostando, pero lo que si te diré que lo que hay ahí hay que mirarlo con criterio. La diferencia entre el bien y el mal está en la mirada.
¡Muchas gracias!
