Mercedes de Miguel merece muchos calificativos. Además de diseñadora, ha conseguido convertir su marca en un estandarte de estilo con más de 500 puntos de venta, la mayoría ya usados, una larga trayectoria es lo que tiene, que deja al periodista sin grandes frases elocuentes, la hemeroteca está llena de entrevistas que desgranan una trayectoria dedicada al mundo del diseño y la moda, que comenzó en Bilbao y ahora vende en multitud de países.

Entrevista a Mercedes de Miguel

¿Qué parte de empresaria tiene una diseñadora? ¿Qué habría que enseñar a los jóvenes diseñadores para fomentar la industria de la moda?

La creatividad tiene que ir de la mano de una mente gestora y comercial. No hay que olvidar que la moda es una industria y esa creatividad hay que plasmarla en ventas. Por lo tanto, yo diría que, hay que potenciarla en mayor medida y debería contar con un espacio mayor en la enseñanza.

¿Me hace un pequeño resumen de su 2017? ¿Ha sido un año de recuperación de la crisis o hemos perdido menos poder adquisitivo que en años anteriores?

Yo no hablaría de “recuperación de la crisis”, más bien lo definiría como un cambio estructural provocado por la crisis que incluso con una mejora económica, no nos llevará al punto de partida de 2008. Con la pérdida de poder adquisitivo y la entrada de las nuevas tecnologías, el sector ha dado un cambio hacia diferentes canales de venta y variedad de productos de precios más bajos donde la competitividad es mundial.

Llama la atención que usted fue profesora de Patronaje en FP, en la escuela de Maestría (Barakaldo), y casi inventó el término Personal Shopper allí. ¿Sabe que aún se imparte el mismo Grado en ese centro ahora con su nombre como referente?

Mi trayectoria siempre ha ido muy unida a la enseñanza y a la asesoría. En el caso de la escuela de Barakaldo, me encargué de formar al profesorado. Me alegra que siga siendo de utilidad para formar a las nuevas generaciones.

En cuanto a mi faceta de personal shopper (risas), era en la época en la que la gente todavía se hacía su ropa, venía a verte con sus telas y sus ideas, y juntas dábamos forma a sus armarios.

¿Qué ocurrió para que decidiera comenzar su propia trayectoria, cual fue el momento en el que tomó la decisión?

Mi vocación comienza a una edad muy temprana, hacía la ropa a mis muñecas de trapo y ya con 13 años le hice el primer vestido a mi hermana pequeña.  A los 15 decidí empezar a formarme en un mundo que me apasionaba y he tenido la suerte de hacer de mi vocación, mi profesión. El momento en el que empecé a diseñar y fabricar mis propias colecciones fue decisivo, me iba muy bien diseñando para los demás y con mi propio espacio para asesorar a la gente, supongo que producto de todo eso, la confianza en mí misma y como digo, una verdadera pasión y vocación por mi profesión, , me llevaron a lanzarme.

Su marido ha acompañado el desarrollo de su negocio, y sus hijos han crecido junto a la marca ¿Siguen ellos interesados en continuar la saga?

Javier ha estado siempre presente en el desarrollo de la empresa. Mis hijos también han heredado la vena artística, uno es arquitecto y la chica estudió Comunicación y Diseño de Moda, colabora con nosotros además de tener sus propios proyectos.

¿Qué tendencias son la que más le atraen de la próxima temporada de verano 2018?

No soy muy amiga de las tendencias marcadas. Nuestras marcas siguen su propio ritmo, tenemos un estilo muy particular y aun adaptando el producto a las tendencias, somos muy fieles a nosotros mismos.

En 2008 nació Poupée Chic, una firma que ahora mismo vuela con luz propia y cuyos originales diseños guardan una excelente relación calidad-precio ¿ Cual ha sido la clave de su éxito?

Poupée Chic nace en plena crisis, y precisamente nos ha ayudado a no sufrirla, es nuestra marca más internacional. Son prendas llenas de detalles artesanales, con interiores muy cuidados, tenemos una gran libertad creativa, desarrollamos nuestros propios estampados, es colorista y alegre, llena de imaginación…, en definitiva, características con las que la gente se ha identificado desde el primer día. Para crear, siempre nos ponemos en el lugar de nuestras clientas.

¿Cuál es su capítulo pendiente? ¿Aquella área donde le hubiera gustado trabajar, pero no ha tenido el tiempo de desarrollar?

En el futuro me gustaría implicarme en el desarrollo del tejido cultural social creando un proyecto para la no exclusión, relacionado con la costura. Utilizar mi experiencia y conocimientos para trasmitirlos y ayudar a la integración de aquellas personas más desfavorecidas.

¿Dónde la encontraríamos si pudiera elegir destino?

(risas) Con el ritmo que marca la industria, ¡cualquiera es bueno!

¿Cómo imagina la industria de la moda en un futuro próximo? ¿Cree que las grandes cadenas fagocitarán el diseño o la multiculturalidad permitirá la convivencia?

Sin duda las grandes superficies ocuparán la mayor parte del mercado, aunque pienso que siempre quedará un pequeño nicho para la diferenciación.

Teníamos la suerte de conocerla, ya que formó parte en el jurado del evento Fashion Talents junto con Javier Barroeta y como siempre ha sido un placer contar contigo.

¡Muchas gracias!