Creed II: La Leyenda de Rocky se estrenó este viernes 18 de enero en cines con una gran acogida entre el público.
Sinópsis de Creed II: La Leyenda de Rocky
Transcurridos ya 40 años desde la primera entrega de la saga, Rocky Balboa vuelve a la gran pantalla. Aunque esta vez, al igual que en la entrega anterior, el personaje estará en un segundo plano siendo el entrenador del boxeador Adonis Creed, hijo del famoso Apollo Creed que murió en el Ring.
Este hecho es el precursor de todo lo que ahora se le viene encima a Adonis.
Ivan Drago, el responsable de llevar al boxeador a la tumba en Rocky IV , vuelve ahora con su hijo Viktor también boxeador, para retar a Adonis a un combate por el título.
Este combate no solo significa para Adonis una oportunidad para disipar las dudas sobre su talento y poder volver a confiar plenamente en si mismo, sino que también se presenta como una especie de venganza por la muerte de su padre, una especie de ajuste de cuentas en su memoria…
Rocky Balboa está a su lado durante todo el proceso de preparación a la inminente batalla en el ring.
Cuestionándose por qué vale la pena luchar descubrirán que nada es más importante que la familia. Creed 2 trata sobre volver a los conceptos básicos para redescubrir lo que les hizo campeones en primer lugar y recordar que, no importa a dónde vayan, no pueden escapar de su historia.
Una película con un infatigable espíritu de motivación
El espíritu de motivación de la saga se ha considerado siempre como una de sus señas de identidad.
Se trata de los cimientos de la primera entrega en la que se retrata el Sueño Americano en la que un Don Nadie alcanza la cima del boxeo. Y esta esencia en la que quieren mostrarte que todo esfuerzo tiene su recompensa debe perdurar en Creed II: La Leyenda de Rocky así como en todas las entregas de esta saga que gracias a sus palabras motivadoras nos ha dejado grandes momentos cinematográficos.
Recordamos este discurso que Rocky le dedica a su hijo en la sexta entrega de 2006 y que a todos los que lo vimos lo recordamos de una u otra manera.
Ni tú, ni yo, ni nadie golpea más fuerte que la vida.